Redes y narcisos en el espejo virtual

espejos

Jeremy Meeks, detenido en California por posesión ilegal de armas, pertenecer a una banda armada y participar en varios tiroteos y robos, ha sido nombrado como el “delincuente más guapo”.Ya ha conseguido 4.500 dólares de sus fans  para pagar la fianza que le exigen, un millón de dólares. Todo empezó cuando el pasado 19 de junio el Departamento de Policía de Stokton (California) publicó su ficha policial en Faceboock, 100.000  “me gusta” lo entronizan en las redes. “Merece ser libre por ser guapo” dice una de sus fans. Hasta aquí la noticia.

El narcisismo es muy antiguo, como lo es la humanidad. El narcisista necesita satisfacer su vanidad, ser admirado en sus propios atributos físicos e intelectuales. La inquietante novedad es  que se vincule este hecho con  las redes sociales, algunos estudios revelan  que  «es la primera prueba de la relación directa entre las amistades en Facebook y los elementos más tóxicos de los desórdenes narcisistas de personalidad». Cada vez más propensos a aceptar solicitudes de amistad de desconocidos y a buscar la aprobación social, pero no a proporcionarla,. Según ha asegurado la investigadora Carol Craig, los jóvenes se están volviendo cada vez más narcisistas y Facebook se está convirtiendo en la plataforma más común para estos desórdenes.

Parece que esa red es la punta del iceberg de la tiranía estética. Se realizó otro estudio  por la  Western Illinois University,  en el que se observaron y testaron  los hábitos de 294 usuarios en Facebook, con edades comprendidas entre los 18 y los 65 años. El estudio revela que aquellas personas que más puntuación consiguieron en el denominado “Test de Personalidad Narcisista” cuentan con más amigos en la red social, se etiquetan en más fotos de lo habitual y actualizan sus estados con más asiduidad. Incluso se habla de un “narcisismo agresivo”, que contiene una total admiración por sí mismo.Estas personas necesitan ser siempre el centro de todos, y manifiestan un incontrolado exhibicionismo. Carentes de empatía , tal y como ha demostrado la investigación con escáneres cerebrales en la Universidad de Berlín.

En este escenario observamos el “fenómeno selfie” El acto de autofotografiarse mediante un smartphone o una cámara web mientras estamos comiendo un helado en la calle junto a nuestros amigos, para subirlas de inmediato a la red. Este término  fue elegido en 2012 por la revista Time, como uno de los que marcaron tendencia ese año.

En relación a esta necesidad de escaparatismo, sabemos que el ágora es sensible a la exposición de las vivencias y opiniones de uno. Según un estudio de la Academia Nacional de las Ciencias de Estados Unidos sobre Facebook ( PDF   o en versión web), los usuarios expuestos a contenidos positivos generan a su vez más contenidos de esta índole, y viceversa. Los autores de la investigación sugieren que esta observación pone en entredicho “las teorías que sugieren que ver posts positivos de los amigos en Facebook puede, de alguna forma, provocar una influencia negativa, por ejemplo, en relación a la comparación social”.

El estudio no concluye de forma científica, pero sí sugiere, que el ágora premia las emociones positivas con “Me gusta” y retuits y castiga las negativas con silencio y unfollows.

Por cierto, dicho “experimento emocional” sobre una muestra de 700.000 usuarios de Facebook ha motivado la apertura de una investigación en Reino Unido por una posible vulneración de la privacidad por parte de la red de Mark Zuckerberg, aunque que colaborará con las autoridades, al tiempo que esgrimen que todo internauta, antes de ser usuario, ha de aceptar la Política de uso de datos.

Después de un debate mantenido en twitter con    , me gustaría incorporar el reportaje que ha preparado Noelle “Me, myself and selfie”. Desde una visión positiva y constructiva exprime las potencialidades del fenómeno selfie en su contexto de cultura popular y lúdica. 

Leo un reciente artículo ” Entre el activismo y el narcisimo: visiones del selfie” que me trae de nuevo aquí. Su posición recoge la visión pesimista (con tintes apocalípticos) que recogen los titulares sobre el asunto. Una vez más, las construcciones mediadas por la tecnología, no interiorizadas por el conocimiento, se convierten en diana fácil. Señala el artículo, “en el proyecto “Selfiestories y personal data” entendemos el selfie como la expresión de una narrativa personal, que se construye en las redes sociales como parte de la vida cotidiana. No está aislado, por tanto, del contexto de aquellos que lo practican (de ahí que sea necesaria una visión tanto cualitativa como cuantitativa)”. Es decir, el conjunto de prácticas culturales digitales, y los selfies lo son, no se pueden valorar desde el prejuicio, ni el desconocimiento. En la investigación que realizamos “El uso de las TIC y la brecha digital entre adolescentes y adultos” ya expusimos que la valoración de  estas prácticas digitales están contaminadas por la ignorancia o el desprecio.

Para saber más y  explorar los procesos de creación de identificaciones que los sujetos realizan en los espacios virtuales, sugerimos el siguiente estudio de la Revista Latinoamericana de Ciencias de la Información.

Imagen espejo by Agustín Ruiz 

José Antonio Gabelas y Alejandro Silva

 

 

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José Antonio Gabelas
José Antonio Gabelas
José Antonio Gabelas-Barroso. Profesor titular de la Universidad de Zaragoza. Creador del Factor Relacional y las TRIC (Tecnologías de la Relación, Información y Comunicación).

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4 COMENTARIOS

  1. Enhorabuena por el post, muy interesante! Aunque creo que el narcisismo siempre ha existido, lo que pasa es que ahora es más fácil que nunca exponernos, compartir lo maravilloso que somos, encontrar otros que piensan de forma parecida. Igual, siempre ha habido gente que no lo son, e incluso en Internet hoy en día existen (como tú!). En fin, no creo que el Internet nos hace narcisistas, sino nos da voz, por bien y por mal. Y los narcisistas suelen reclamar más de nuestra atención, por hacer más ruido. Que no es para nada lo mismo que reclamar nuestra admiración, esa la reservamos para los que piensan y observan.

    Un saludo,
    Noelle

    • Muchas gracias Noelle por tu comentario. A pesar de que nuestra mirada separa lo presencial y lo virtual, también con sus riesgos, creo que lo que ocurre en la realidad física, y lo que ha sido y es la naturaleza humana (también en su potencial narcisismo) es anterior a Internet. La cuestión está en hasta qué punto y cómo este culto al propio cuerpo y a la propia personalidad se acentúa y amplifica.

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