La alfabetización mediática como clave para una sociedad libre y crítica

 

Una de las mayores preocupaciones que existen en la sociedad actual es la desinformación. La proliferación de noticias falsas o engañosas, difundidas de manera intencionada para intentar confundir o manipular a los ciudadanos se ha convertido en un problema acuciante, que se ha visto intensificado por la proliferación de las nuevas tecnologías.

Las redes sociales y otros canales como la mensajería instantánea, así como el surgimiento de miles de sitios web, junto con la facilidad de acceso a dispositivos móviles, están propiciando que cada ciudadano reciba una cantidad de información difícil de gestionar. En este caldo de cultivo, las noticias falsas o medias verdades encuentran hueco, de forma que es necesario hacer frente a esta realidad a través de múltiples líneas de actuación. Una de las más importantes, consiste en actuar desde la alfabetización mediática, al mismo tiempo que se trabaja desde el ejercicio de un periodismo de calidad, veraz y honesto.

En Aragón estamos desarrollando una iniciativa pionera en el sistema educativo, como es la puesta en marcha de una Unidad Didáctica específica sobre Alfabetización Mediática con el objetivo de estimular el desarrollo competencial del alumnado que cursa tercero de la ESO. Esta unidad, titulada “Alfabetización mediática desde el modelo TRIC. Tecnologías de la Relación, Información y Comunicación”, es el resultado de la colaboración entre el Gobierno de Aragón, la Universidad de Zaragoza, a través del Grupo de Investigación en Comunicación e Información Digital (GICID), el Colegio de Periodistas-Asociación de Periodistas de Aragón y la Delegación en Aragón de la Asociación de Directivos de Comunicación (Dircom).

La labor del periodista y de los medios de comunicación es fundamental en el contexto actual, ya que los profesionales de la información y la comunicación deben facilitar la comprensión de la actualidad desde los parámetros de una información veraz, plural e independiente. Asimismo, las administraciones públicas en general, y el sistema educativo en particular, tienen el deber de promover una ciudadanía bien informada. Para ello, el fomento de las capacidades que desarrollen el pensamiento crítico en diferentes grupos de población, es clave para lograrlo. De ahí que los impulsores de esta iniciativa estemos profundamente comprometidos con este propósito, que garantizará una sociedad madura, libre y democrática.

Precisamente educación y comunicación son dos disciplinas aparentemente muy distintas, pero que confluyen y se necesitan la una a la otra. Desde que surgiera la educomunicación, el área que pretende dotar a todas las personas de las competencias expresivas imprescindibles para su desenvolvimiento comunicativo, nos ofrece los instrumentos necesarios para comprender la sociedad actual, cómo funcionan las estructuras de poder y cómo trabajan los medios de comunicación. El objetivo es que los ciudadanos adquieran el suficiente distanciamiento crítico, clave para una sociedad madura y libre.

El principal objetivo de las iniciativas de alfabetización mediática consiste en que los ciudadanos sean capaces de discernir una información veraz de una que no lo es, preguntarse de dónde procede esa noticia que están recibiendo, ponerla en duda si es necesario, y sacar en consecuencia sus propias conclusiones sobre la misma.

En las últimas décadas, diferentes organismos internacionales están realizando llamamientos para que la educomunicación se incorpore a la educación formal, desde Naciones Unidas hasta el Parlamento Europeo, que en 2009 recomendó explícitamente a los estados miembros la incorporación de la asignatura de Educación Mediática en el ámbito educativo.

En esta última década ha surgido el denominado modelo TRIC (Tecnologías de la Relación, Información y Comunicación), que cuestiona el tecnicismo que ha caracterizado los diferentes programas e iniciativas TIC, y presenta el factor relacional como la clave de la dimensión comunicativa. Esta perspectiva nos permite abordar el fenómeno desde una dimensión más amplia y completa.

En la actualidad, nuestra sociedad funciona como una red profundamente mediática donde la comunicación es cada vez más convergente, se concentra en muchas ocasiones alrededor de un mismo dispositivo tecnológico, el teléfono móvil. Esta situación ha sido capaz de transformar a los ciudadanos no solo en receptores de los mensajes, sino también en productores y distribuidores de los mismos. Por ello, cada vez desde edades más tempranas, los jóvenes están expuestos a un gran volumen de estímulos comunicativos e informaciones. Desgraciadamente, muchas de ellas no realizan un reflejo veraz de la realidad.

Además de esto, la influencia de las redes sociales y otros canales de información hacen que la juventud pueda adquirir concepciones erróneas de la realidad fomentando la desinformación y la distorsión de lo que ocurre en el mundo actual.

En los centros educativos sobre todo se enseña los jóvenes habilidades digitales relacionadas con la edición de texto y el manejo de la tecnología. Sin embargo, sólo un 22,5% ha aprendido a mirar con pensamiento crítico la información que se encuentra en Internet, según la investigación “Las TIC y su influencia en la socialización de los adolescentes”, elaborada para Google, FAD   y   BBVA. Ante esta situación, es necesario fomentar un espíritu crítico que les permita valorar la información en su justa medida, teniendo a su alcance las habilidades y competencias necesarias.

Por todo ello, desde esta iniciativa que impulsamos en Aragón, pretendemos que los alumnos sean capaces de contar con las herramientas adecuadas que les permitan diferenciar una información falsa de otra veraz, asimilarla y reflexionar para tener su propio pensamiento. Solo en este contexto, con ciudadanos formados en estas habilidades comunicativas y de espíritu crítico, podremos tener una sociedad libre y democrática, en la que se tengan en cuenta los valores éticos y humanos.

Al margen de este proyecto, desde las asociaciones y colectivos profesionales de periodistas, continuamos trabajando en iniciativas que nos permitan seguir avanzando por este camino, siguiendo con nuestro propósito de garantizar el derecho fundamental de los ciudadanos a recibir información veraz, y fomentar el respeto a los derechos y libertades que nos hacen avanzar como sociedad.

 

Sara Castillero Lisbona

Decana del Colegio de Periodistas de Aragón, Presidenta de la Asociación de Periodistas de Aragón y Consultora especializada en Comunicación Digital.

José Antonio Gabelas
José Antonio Gabelas-Barroso. Profesor titular de la Universidad de Zaragoza. Creador del Factor Relacional y las TRIC (Tecnologías de la Relación, Información y Comunicación).

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