El ecosistema TIC cada vez más sofisticado en el que nos desenvolvemos nos demanda a los miembros de la comunidad educativa una infraestructura que nos permita comunicarnos, almacenar datos y software para desempeñar tareas, interactuar con dispositivos y entre nosotros mismos.
Mientras esto sucede, las instituciones educativas deben responder a estas tendencias estimulando y desarrollando talentos, diferenciando sus prácticas según qué alumnos tengan y ofrecer en la medida de sus posibilidades una instrucción personalizada a sus estudiantes. Para conseguirlo, la tecnología al alcance de clic y de dispositivos cada vez a más bajo coste nos permitiría hacerlo posible. Expectativas plasmadas en una línea de tiempo.
Expectativas en la tecnología
La Ley de Amara declara que “Nuestra Tendencia es sobrestimar los efectos de una tecnología en el corto plazo y subestimar el efecto en el largo plazo” Si bien no era la intención de Amara explicar nuestra fascinación sociológica con la tecnología, su planteamiento bien nos permite visualizar relaciones entre las expectativas, el tiempo, las industrias tecnológicas y los procesos de comercialización de la tecnología.
Desde el ámbito exclusivamente educativo la Ley de Amara y la aplicación del ciclo de la sobre-expectación de las TIC´s ponen de manifiesto el balance necesario entre la la organización educativa y las expectativas de los individuos de su comunidad con respecto a las herramientas TIC, su uso y su aceptación. Frente a ello las TRIC, al vincular el FactorRelacional al proceso de aprendizaje se plantea como un mecanismo revelador de la relevancia, idoneidad y valor del portafolio que bien puede ser cualificado y cuantificado abriendo un nuevo espacio de aplicación de la metodología diseñado por TRICLab.
El desarrollo de la Ley de Amara adquiere relevancia si consideramos que dentro de los próximos 5 años los cambios que veremos en las aplicaciones tecnológicas serán dramáticos. La operatividad computacional de la nube, la analítica de datos, la inteligencia artificial y el internet de las cosas nos seguirán sorprendiendo cada vez más al adentrarnos en el siglo XXI.
Todas éstas innovaciones demostrarán sus aplicaciones, bondades y virtudes en el ámbito educativo.Cuanto mayor sea la disrupción, mayor es el grado de incertidumbre con las aplicaciones de la tecnología.
En la introducción y renovación de las TICs en el ámbito educativo influyen muchos factores no solo técnicos o tecnológicos. Preguntarnos el qué, porqué y para qué de adoptar tal o cual tecnología debe ser percibido como un ejercicio de alienación y consenso dentro de la comunidad educativa. No cabe solamente considerar la inversión en la infraestructura tecnológica como tal, sino la forma como tal o cual tecnología apoyará el desarrollo de la visión educativa en todos los niveles de la comunidad: desde la familia hasta la dirección.
El FactorRelacional al servicio de la adaptación tecnológica considera las relaciones que se derivan del uso de la estructura TIC para transformarse en TRIC. En la medida en que la irrupción tecnológica fomenta nuevas relaciones con el ecosistema, los renovados intercambios son sujeto y objeto de aprendizaje.
En el mismo cuadro está también la necesaria formación de la comunidad docente en dos sentidos: instrumental y la cultural. La operatividad es necesaria, como también lo es la alfabetización de todos los miembros de la comunidad respecto a los objetivos que nos permite alcanzar dicha tecnología (trabajar colectivamente, comunicarnos eficientemente, almacenar información, etc.) y el papel que nos corresponde a cada uno ejecutar dentro de la esfera relacional (directivo, administrador, alumno, maestro, madre/padre etc.)
En ese contexto valorar las tecnologías (software y hardware) que conforman nuestro portafolio TIC es un proceso integrador que debe reflejar una visión coherente y sistémica de la visión educativa del centro. De lo contrario, corremos el riesgo de “utilizar los recursos digitales como si fueran analógicos” y otros peligros que menciona @salvaroj al referirse a lo que consigue la impostación y el postureo del clic.
El ciclo de las TIC
Sobre esta premisa, la consultora tecnológica Gartner desgrana la Ley de Amara, llevándola al escenario de la adaptación tecnológica. Identifica 7 estadios en el ciclo de vida TIC en los cuales destacamos el momento de subida moderada y el de expectativas estables como los más oportunos para quienes vinculamos las TRIC al aprendizaje.
El ciclo de la Sobre Expectación (hype cycle)
La selección de las herramientas TIC en el portafolio del centro educativo no tienen sentido, si no existe un proceso colectivo donde la eficiencia y la productividad de la comunidad se vinculen a un proyecto coordinado de aprendizaje digital, en el que participen de inicio a fin todos sus miembros. Encontrar herramientas que faciliten este proceso forma parte de la investigación y desarrollo de TRICLab.
Bibiana Vargas