Redes: emociones, relaciones, aprendizajes.

 

La UNED organizó un curso sobre Redes Sociales y Aprendizajes, que se centra en el contexto del Máster Redes Sociales  que prepara la II edición, tras el éxito del curso pasado.

Nos reunimos en Vitoria un grupo de expertos y profesionales de la comunicación y de la educación para cuestionarnos cómo es la educación en nuestras aulas y cómo puede medirse la calidad de nuestra docencia desde la calidad de nuestra comunicación. En este dilema nos planteamos qué ofrecen las redes sociales y cómo Internet se puede convertir en objeto de análisis, herramienta didáctica y medio de expresión.

En mi aportación arrancamos del potencial sensorial que dispone la comunicación presencial, para experimentar cómo la comunicación virtual carece de muchos de estos estímulos sensoriales. También constatamos que estas carencias pueden subsanarse en parte desde una interacción cercana, horizontal y recíproca, algo que exige un gran esfuerzo del docente, pero que al mismo tiempo, supone una gran satisfacción.

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Analizamos diferentes grados de interacción en la dinámica aula (semipresencial), como también ocurre en el análisis de diferentes cibermedios. Y constatamos cómo el discurso TIC es algo superado y obsoleto. Propusimos el factor R-elacional como factor clave que dinamiza la mediación tecnológica.

Para entender la dimensión relacional que propician las redes sociales volvimos a la oralidad. Escuchamos una narración locutada por Adriana García y  escrita por Elisa Hergueta .

Los asistentes cerraron los ojos y dejaron que las palabras escuchadas entraran en su interior. Posteriormente nos preguntamos:

  • Si esa narración había resonado en nosotros  o no.
  • Si la experiencia que habíamos experimentado de oralidad tenía algo que ver con lo que ocurrió hace miles de años, antes de que llegara la escritura, y hace unos siglos, antes de que apareciese la imprenta.
  • Si el llamado paréntesis Gutemberg con la irrupción de la imprenta, la formulación de la normativa, de la lectura individual y reflexiva refleja la escuela que todavía tenemos.
  • Si, en cambio, la aparición de Internet recupera eventos que ocurrieron en la denominada segunda oralidad.

Para comprender mejor cómo la cultura anterior a la imprenta, tiene vinculaciones estrechas con la galaxia internet (Castells), os sugiero las siguientes prácticas que hicimos con los alumnos de periodismo de la universidad de Zaragoza.

Preparamos un próximo congreso en el que estos aspectos propondrán otras estrategias docentes y comunicativas. El ocio digital es una ventana abierta para los espacios formales de educación. Las prácticas culturales digitales de los jóvenes, adolescentes, y también adultos, no son TIC.

Los planes institucionales de formación en la convergencia mediática todavía no han entendido que los alumnos no necesitan más aprendizaje tecnológico, ni tampoco instrumental. Las familias y los educadores necesitan revisar sus discursos proteccionistas sobre Internet y los dispositivos móviles. La educación precisa nuevas miradas, más allá de de los expertos en pedagogía. Estamos preparando un laboratio de ideas donde informáticos, artistas, científicos, psicólogos, filósofos, médicos, antropólogos pueden aportar mucho a una revisión de la educación mediática.

Como hemos expuesto en el reciente Simposio, la brecha digital no agrava, ni reduce la brecha generacional, pero entendiendo las prácticas culturales digitales, podemos entender mejor la educación que queremos para nuestros niños y jóvenes.

José Antonio Gabelas
José Antonio Gabelas-Barroso. Profesor titular de la Universidad de Zaragoza. Creador del Factor Relacional y las TRIC (Tecnologías de la Relación, Información y Comunicación).

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