En este último cuatrimestre los alumnos de cuarto curso de periodismo de la Universidad de Zaragoza se han convertido en una redacción viva y ágil. A lo largo de estos meses han editado cinco suplementos culturales, con el nombre Rapsodias, de treinta y dos páginas cada uno. Un gran y buen trabajo.
La dinámica del taller ha sido semipresencial A lo largo de la semana teníamos dos o tres puntos de encuentro en la clase, que después se prolongaban y completaban con el grupo creado en FB para la ocasión.
Todos han pasado por las figuras más representativas de la redacción y una persona ha sido quien ha mantenido la unidad de maquetación en los cuatro suplementos.
El número 0 ha sido el pistoletazo de salida para poner en prácticas tantas cosas explicadas, analizadas, comentadas y experimentadas a lo largo de la carrera. En la concreción de este número y su posterior valoración se constataron algunas fortalezas y aciertos y muchas cosas que mejorar para los próximos números. Cada número ha tenido una secciones fijas y un reportaje central.
El número 1: El reportaje central e hilo conductor han sido los viajes. Una mirada curiosa que ha permitido explorar desde el ser viajero, que no turista, diferentes rincones, realidades, experiencias, lugares y épocas.
El número 2: La locura llamó a nuestra puerta de redacción. Desde el cine y la música, la política y la sociedad, lo extraordinario y lo cotidiano, la mente ha desnudado sus miserias y riquezas. El ser humano como dios y como monstruo.
El número 3: El cuerpo ha reclamado su presencia y su expresión, la topografía de la materia humana ha sido el motivo de un recorrido plagada de sistemas y funciones; de necesidades y sueños. De realidades.
El número 4: 2050 se ha presentado como un futuro incierto e inmediato. ¿Cuál es la mirada sobre nuestra historia y sociedad, casi cuatro décadas después? La ficción y la ciencia-ficción, el futuro ha agitado nuestras conciencias. La imaginación se ha hecho posible.