¿Preparados para las Fakes News?

Diana Rivera ofrece un análisis sobre el aumento de los usos y consumos de la ciudadanía en el ciberespacio, marcado por las redes sociales y su plataformización. Ingentes cantidades de usuarios que invierten cantidades de horas cada día en estos consumos. Una necesaria llamada a la reflexión sobre la cantidad. Los editores de este blog agradecemos el esmerado análisis de la Decana de la Facultad de Ciencias Sociales, Educación y Humanidades de la Universidad Técnica Particular de Loja (Ecuador). Los números de estos usos que replican con frecuencia las estadísticas, sostienen una correlación con la saturación informativa que puebla este paisaje de pantallas, con sus bulos, mentiras y desinformaciones. Es necesario dar un salto cualitativo en el tipo de consumo que queremos, en el que prioricemos las relaciones y la calidad sobre la cantidad. Así se construye el entorno de las TRIC, superando la obsolescencia de las TIC, centradas en la cantidad y la tecnología.

Por Diana Rivera Rogel

 Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) están provocando un impacto importante en la forma como las personas acceden y consumen información. La digitalización de contenidos, con las ventajas que esta conlleva (acceso inmediato y gratuito, posibilidad de reproducción y socialización, la producción de contenido propio en distintas plataformas, la interacción y la visibilidad), implica a las personas en el desarrollo de diversos hábitos de consumo no solo respecto a la información sino también en los distintos ámbitos de sus vidas (Fundación Telefónica, 2014).

El uso de las redes sociales continúa creciendo, más de 3 mil millones de personas alrededor del mundo son usuarios activos de redes sociales, sumados a más de dos mil millones de usuarios que acceden a estas plataformas a través de dispositivos móviles, los cuales en el año 2018 constituyeron la principal vía de acceso a Internet, por encima de los computadores de escritorio y portátiles, y de las tablets.

En este contexto, según el informe Edelman Trust Barometer 2018, realizado en 28 países, el 63% de las personas señala no poder distinguir entre una información verdadera y una falsa. El mismo informe señala al 2018 como al año de la “batalla por la verdad”, ante la preocupación global por el uso de la información falsa como arma provocando reacciones en diversos países: en el Vaticano el Papa Francisco ha criticado a las noticias falsas y se ha referido a ellas como un arma que favorece los conflictos y son motivadas por una sed de poder; el gobierno alemán aprobó a inicios de 2018 una ley para sancionar a las redes sociales que no eliminen las noticias falsas de sus time lines; en Singapur se anuncia la introducción de leyes similares para frenar las noticias falsas, etc.

En este marco es preciso destacar que lo que diferencia a las fake news de otras formas de desinformación es  la voluntad de engañar, la creación deliberada de contenidos con el fin de inducir al error lo al lector por razones políticas, económicas o de diferente tipo. Ya sea a través de la propaganda, de la publicidad, de la manipulación o de una simple mentira, los seres humanos optan por presentar falsedades como verdades en beneficio de sus intereses particulares y los medios han sido cómplices a lo largo de la historia.

Figura 1. Tipos de desórdenes de la información. Fuente: Ireton y Posetti (2020: 48).

En este sentido, en el 2021 se realizó una encuesta a usuarios de Bolivia, Colombia y Ecuador, a los que se les presentó cinco noticias falsas que circularon ampliamente con relación a la Covid-19 y se les pidió que indicaran si la habían leído y entre quienes respondieron afirmativamente se indagó si creyeron que era verdad, si la verificaron y si la difundieron, ya que estas respuestas permiten ver si los usuarios identifican Fake news relacionadas con la Covid-19. Las noticias fueron las siguientes:

  • La Covid-19 solo es mortal en personas de la tercera edad
  • El nuevo coronavirus fue creado en un laboratorio
  • El uso prolongado de mascarillas provoca intoxicación por Co2
  • Colocarse o beber lejía y otros desinfectantes previene la Covid19
  • El dióxido de cloro cura la Covid-19

Los resultados muestran que el titular que más han leído los usuarios de los tres países es que el nuevo coronavirus fue creado en un laboratorio, casi tres de cada cuatro encuestados respondió afirmativamente (74.3%), seguido por un 65% de usuarios de redes que leyó la noticia referida a que el dióxido de Cloro cura la Covid-19. Colocarse lejía en el cuerpo o beber lejía y otros desinfectantes es la noticia que menos han leído (42%) y a su vez fue la noticia menos creíble, pero a la vez la más difundida. En cuanto a la noticia que recibió mayor credibilidad, destaca el uso prolongado de mascarillas provoca intoxicación por Co2, seis de cada 10 usuarios creyeron que era verdad y un poco más de la mitad creyó que era verdad que el nuevo coronavirus fue creado en un laboratorio (54.9%). Los usuarios revelaron que tienen prácticas de verificación de noticias, ya que más de la mitad verificó todas las noticias, en particular la que expresaba que la Covid-19 solo es mortal en personas de la tercera edad. Con respecto a la difusión de fake news, se puede observar que estos usuarios no tienden a difundir noticias, siendo las menos difundidas la de la creación del nuevo coronavirus en un laboratorio (18.9%) y la del dióxido de cloro como cura de la Covid-19 (20.9%).

Con estos resultados, vemos que la ciudadanía debe aprender a desempeñarse en un entorno rico en información, ser capaz de analizar y tomar decisiones, y dominar nuevos ámbitos del conocimiento en una sociedad cada vez más caracterizada por múltiples pantallas donde convergen medios y lenguajes, y conviven antiguas y nuevas tecnologías (Buckingham, 2007).

En este contexto, la educación mediática, se presenta como una oportunidad, porque no solo consiste en que la ciudadanía aprenda a utilizar las herramientas que se han desarrollado en los últimos años, también se pretende que cada ciudadano tenga la capacidad de desarrollar pensamientos y criterios propios y de esta forma crear contenidos, documentos audiovisuales para que formen parte de la sociedad (Fundación Telefónica, 2014).

  1. Referencias

Buckinham, D. (2007). Digital Media Literacies: rethinking media education in the age of the Internet. Research in Comparative and International Education, 1 (2), 43-55. Recuperado de https://goo.gl/6R5TJJ

Edelman Trust Barometer. (2018). Edelman Trust Barometer Global Report.

Fundación Telefónica (2014). Universidad 2020: Papel de las TIC en el nuevo entorno socioeconómico. Madrid: Ariel.

 

Diana Rivera Rogel

Decana de la Facultad de Ciencias Sociales, Educación y Humanidades de la Universidad Técnica Particular de Loja derivera@utpl.edu.ec

 

José Antonio Gabelas
José Antonio Gabelas-Barroso. Profesor titular de la Universidad de Zaragoza. Creador del Factor Relacional y las TRIC (Tecnologías de la Relación, Información y Comunicación).

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