¿Te preocupa lo que los demás piensan de ti?
¿ Lo que decimos y hacemos en las redes sociales, qué añade a lo que somos, y a lo que los demás piensan de nosotros?
¿Cómo podemos construir nuestra identidad digital?
¿Debe ser coherente nuestra identidad digital con nuestra identidad off-line?
Como hemos explicado en imagen y percepción de marca, no podemos hablar de marca sin referirnos a identidad. Una empresa o institución necesitan un nombre que atraiga y se quede con su receptor. Para conseguir este objetivo utiliza un conjunto de recursos, prioritariamente visuales, que atraen la atención, agarran el recuerdo y provocan la emoción.
Con el origen de la vida apareció la huella. Las huellas dactilares están formadas por los relieves epidérmicos existentes en cada una de las falangetas de nuestros dedos. Una característica física única que distingue en su singularidad a cada uno de los seres humanos. Detrás de cada huella existe un “de dónde venimos” y un “hacia dónde vamos”. Huella y marca se encuentran. Detrás de cada gran marca hay una historia, también en la publicidad.
La atención es el bien más escaso, el bombardeo de impactos visuales y audiovisuales que recibimos cada día es ingente, nuestro cerebro se defiende con una atención muy selectiva. Sólo “entra” lo primero que llega. La marca y su posicionamiento son la garantía para que el impacto que ha conseguido atrapar la atención selectiva, se convierta en recuerdo.
Pregunta Roger Dooley si el espectador masculino se sentirá más atrapado por el cartel, si aparece insertada su cara en el rostro del modelo. Conocemos diferentes generadores de vídeos, algunos muy populares como el OfficeMax, Elf usted mismo, que permite insertar nuestra caras dentro de la animación.
Un modo más de “personalizar” el público objetivo. El usuario deja unos rastros cada vez que hace un clic: a qué hora, durante cuanto tiempo, cuantas veces, desde donde… son una órbita de metadatos que ofrecen una valiosa información a las empresas anunciantes. Parte de nuestra (teórica y aparente) privacidad está en sus manos, y en sus estrategias. La combinación de estos datos, con este software ofrece potentes estrategias de marketing invasivo. Es parte de lo que los anunciantes pueden hacer en el entorno digital.
¿Qué posibilidades tenemos nosotros como usuarios, si queremos ser marca personal, si queremos que nuestro blanding disponga de una correcta y coherente identidad digital? ¿Qué pensamos cuando vemos a alguien? ¿Qué valoramos?
El modo de gestionar la percepción que los demás tienen de nosotros (digamos el marketing vinculado a personas-, es en consecuencia de los protocolos y las exigencias de la influencia. La indicación del círculo de personas que giran en la órbita de tu reciprocidad, en la que te conviertes en referencia.
¿Cómo se gestiona la percepción que los demás tengan de nosotros en el entorno 2.0?
8 Claves
(adaptadas y extraídas de Ignacio Santiago )
- Conócete a ti mismo. Una expresión que tiene más de 25 siglos pero que indica la importancia de valorarse uno mismo para ser capaz de mostrar la diferencia, tu personalidad.
- Conoce el entorno digital. No es ajeno a tu entorno presencial y físico, pero también es diferente y debe ser complementario y coherente.
- Conoce tu nicho de mercado. Cuanto más lo acotes menos competencia.
- Conoce las herramientas 2.0. Con un banco de recursos y potencialidades que facilitan y amplifican tu trabajo.
- Haz un blog. Es la matriz de tus contenidos, la huella de tu identidad. Te permite publicar, actualizar y articular tu red de contactos y seguidores.
- Linkedin. Es la red profesional por excelencia.
- Twitter. Es el entorno más dinámico e inmediato.
- Facebook. Es la red en la que te tomas un café con tu comunidad.
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