Presento la ponencia en Donostia, “Redes sociales, jóvenes y política: el futuro de la democracia”, en el curso de verano “La política twiteada”, organizado por El Instituto de Gobernanza, Investigación y Difusión, Globernance
La globalización ha facilitado la convergencia mediática. Las redes sociales son parte de un entorno digital vinculado a la órbita presencial y física. Los millennials han crecido entre pantallas digitales, en las que lo táctil se ha convertido en una prolongación de sus sentidos (neurológico, también emocional y sociológico).
La diversidad que caracteriza a los jóvenes, que cuestiona los clichés y estereotipos mediáticos y sociales, y la complejidad de los usos y costumbres; gratificaciones e interacciones, que los millennials desempeñan en el ocio digital, son un muestrario importante para entender el fenómeno de la participación juvenil, así como su implicación y participación política.
Las evidencias de los diferentes estudios que citaremos reclaman una revisión de las estrategias políticas formales, y la necesidad de una alfabetización digital que supere la mera instrumentalidad, o el tópico de los denominados “nativos digitales”
Los jóvenes manifiestan un mayor interés por la “cosa pública,”que es diferente a la política tradicional, y sus políticos institucionalizados. Observamos como reclaman otras formas de entender, comprender y construir una democracia, en la que los procesos de participación sean vinculantes y constituyentes, porque no se quieren sentir cosificados en un voto, porque quieren expresar su opinión y quieren tener el protagonismo democrático que se merecen.
El entorno digital, las TRIC (Tecnologías de la Relación, Información y Comunicación) no son un conjunto de herramientas, ni instrumentos, ni tampoco de medios, son un ecosistema que pivota en lo que algunos teóricos llaman “artefacto cultural” y que nosotros denominamos por ahora cuarto entorno.
UBICUIDAD en la que el tiempo y el espacio físico y presencial convergen en el no presencial. Donde el “aquí y ahora” es permanente y accesible para el mundo de los conectados.
TRIDIMENSIONALIDAD porque implica y absorbe el sujeto, al individuo conectado en su recorrido cognitivo, emotivo y social. En una dimensión holística.
UNIVERSO SOCIAL porque los límites territoriales se han diluido, y han sido en gran parte sustituidos por un universo simbólico, un imaginario colectivo en el que el trozo de tierra, o de calle o de plaza han sido relegados por un interés y una necesidad concreta. El sentido comunitario, que nace y se mueve en torno a unos intereses comunes, forman un espacio afín y común. Sus “pobladores” no se conocen por su lugar de procedencia, ni su ideología o religión, sino por su interés o afición.
La descripción de este ecosistema obliga a cuestionar la participación tradicional, asociada a un lugar, a una procedencia, a unas ideas o ideologías. El denominado por Vygostky ZDP (Zona de Desarrollo Próximo), suscita un creciente interés. Esta zona que describe la diferencia entre el nivel real de desarrollo para resolver un problema con autonomía, y el nivel de desarrollo potencial, con la guía de una persona/comunidad competente. Una visión que enfatiza el aprendizaje sociocultural. Una posición que subraya la pertinencia de la mediación tecnológica, del sentido de las tecno-apropiaciones, y de la importancia de los líderes y mediadores sociales.
Entendemos que las TRIC son mucho más que medio o instrumento, son mediación y artefacto cultural
La próxima semana describiremos algunas evidencias que manifiestan qué es lo que hacen los jóvenes en las redes sociales, y cuál es su grado de participación sociopolítica.