Imágenes y emociones

Imagen by Heliofil

El valor emocional de las imágenes está fuera de toda duda. El cerebro humano es un laboratorio  en permanente  ebullición de imágenes. Si pensamos, sentimos, nos comunicamos con imágenes, es muy fácil entender que nuestras estrategias de comunicación en diferentes escenarios de intervención educativa y social, son más eficaces con imágenes.

Seguimos #ProyectoBullyng, programa de la factoría Mediaset que presenta en formato coach el acoso escolar. En dos momentos del primer episodio, se proyectan las grabaciones en directo del acoso. Jesús Vázquez, presentador y conductor del programa, las muestra a una de las víctimas y a sus padres. También las proyecta a los compañeros  de clase que han querido acudir al visionado. Son dos momentos duros, emotivos, catárticos.Dos escenas que rompen el silencio y visibilizan la vejación. Dos visionados que provocan la reflexión, afloran la empatía y facilitan diferentes procesos de ayuda e intervención. También han sido el motivo para escribir este post.

Es interesante la conexión que establece Ferrés entre Damasio, uno de los grandes neurocientíficos de nuestra era, con su EEC (Estímulo Emocionalmente Competente), entendido como idea, objeto, evento o valor, cuya presencia provoca en el sujeto una respuesta emocional. Se trata de una puerta que se abre a la empatía y la sintonía emocional, en la que el educador que comunica provoca esta respuesta. Este EEC lo provoca un reality show en su cotilleo, una serie en la identificación con sus personajes y conflictos, un videojuego en su simulación.

Punset describe el teatro de emociones, en una entrevista a Damasio: Y todo este conjunto -el estímulo que lo ha generado, la reacción en el cuerpo y las ideas que acompañan esa reacción- es lo que constituye el sentimiento. Sentir es percibir todo esto. De modo que empieza en el exterior, nos modifica porque así lo determina el cerebro, altera el organismo y entonces lo percibimos”.

El cerebro filtra estímulos a través de operaciones instintivas, de inclusión y exclusión. Nos dice Ferrés que las emociones pueden dificultar o facilitar la comunicación y el aprendizaje. Por tanto, la sensibilización y el acercamiento a una determinada problemática. Solo si el estímulo es interiorizado, formará parte de la experiencia emocional. Y por tanto, la cultura del espectáculo se puede convertir en un placer  sensorial y narrativo, en la medida que seamos conscientes de que estas emociones nos pueden ayudar a una relación más ecológica con nosotros mismos y con los demás.

El visionado como narración y viaje

Entendamos el proceso educativo como un relato. Una historia que podemos construir junto a nuestros alumnos de muchas maneras. En plena era digital, puede resultar anacrónico hablar de las relaciones entre la palabra y la imagen, y más de una vieja técnica llamada  fotopalabra, que busca que las “imágenes hablen” o mejor, que nosotros “hablemos con ellas”.

La hemos utilizado muchas veces, en diferentes contextos ( clases, tutorías, cursos de formación…) con diferentes grupos (estudiantes, maestros, abogados, trabajadores sociales, educares, padres y madres, médicos) y con distintas intenciones. Ofrece muchas posibilidades expresivas y comunicativas, su naturaleza es analógica, pero recuerdan que a pesar de que naveguemos por Internet, palabra-imagen también son la esencia del contenido digital.

La imagen apela directamente a la emoción y facilita la expresión. Su potencial simbólico, abre y excita una interpretación diversa. En lo denotativo,  la imagen muestra, y “leemos” lo que muestra. Es una mirada objetiva, enumerativa, resultado de la descripción. En lo connotativo es una mirada subjetiva, producto de la interpretación y la valoración, del contexto y la experiencia del espectador. En “La imagen: análisis y representación de la realidad” Aparici, Matilla, Osuna y Baena explican con detalle cómo se leen las imágenes.

Esta exploración facilita un viaje interior que cristaliza en los beneficios de las técnicas proyectivas que son también técnicas de recogida de información. Al comienzo investigan el inconsciente del individuo, luego se aplican a la valoración del mundo cognitivo del sujeto, para evaluar la forma en que piensa.

Se aplican a diferentes campos de la psicología. El test de Rorschach, muy conocido, es una herramienta objetiva para el psicodiagnóstico. A través de diez láminas de manchas, el test ofrece una visión panorámica que describe la personalidad del sujeto.

Destacamos los siguientes indicadores:

  • Provoca una expresión que supera lo racional.
  • Estimula el pensamiento creativo.
  • Revela motivaciones no conscientes.
  • Permite la concreción tangible de los diferentes significados simbólicos.

Además de las fotografía como recurso expresivo y comunicativo, tal y como explicamos en Familias y adolescentes conectados, exploramos el cine como fuente y recurso.

Destacamos los siguientes 10 activos para la promoción de la salud:

  1. Revitalizan. En un trayecto de relajación y sintonía interna. Tiempo para el descanso mental y visualización positiva. Remanso para abordar nuevos retos. 2.
  2. Expone a nuestros miedos. El visionado de una escena en concreto facilita enfrentarnos a nuestros temores, identificarlas e intentar superarlos.
  3. Ayuda a enfocar nuestros problemas. Determinadas películas expresan en sus personajes o situaciones circunstancias conflictivas. La empatía con estos escenarios puede facilitar la superación de problemáticas concretas.
  4. El cine relaja. Distrae nuestra atención hacia un paisaje externo que reduce niveles de ansiedad y estrés. La variedad de géneros y tramas contienen un valor relajante.
  5. La persistencia y voluntad de los personajes, su resiliencia son ejemplo y modelo de conducta. Provoca emociones que impulsan nuevos comportamientos y conductas.
  6. Desarrolla nuestra creatividad. Aportan visiones diferentes y divergentes a nuestra propia realidad y posicionamiento ante las cosas. Facilita la tolerancia y la adaptación a entornos variados y mutantes.
  7. Ayuda a revisar nuestras actitudes negativas. A replantearnos posiciones cerradas o rígidas. Meternos en la piel del personajes y experimentar el “como si”, por simulación las situaciones fílmicas, posibilita que modifiquemos y mejoremos nuestra perspectiva.
  8. Aumenta y mejora nuestras relaciones. Es una oportunidad para el diálogo y el intercambio de ideas e impresiones, para la socialización, para la verbalización de situaciones, a veces embarazosas, que liberan nuestra expresión y comunicación.
  9. Provocan la reflexión. Permite que interioricemos valores, que analicemos situaciones vitales propias y ajenas, que fomentemos el pensamiento crítico, también la introspección y la autocrítica.
  10. Consolida nuestras fortalezas. Grandes personajes, incluso arquetipos del cine son una afirmación de valores que admiramos, un modelo y un motivo para potenciar nuestras posibilidades, para fomentar nuestra resiliencia.

 

 

José Antonio Gabelas
José Antonio Gabelas
José Antonio Gabelas-Barroso. Profesor titular de la Universidad de Zaragoza. Creador del Factor Relacional y las TRIC (Tecnologías de la Relación, Información y Comunicación).

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