Escuchamos, observamos, conversamos… aprendemos. Esta ha sido nuestra experiencia con la asignatura Principios de Comunicación Digital en la segunda edición del Máster de Redes Sociales y Aprendizajes.
Proponemos un discurso integrador, entre el mundo de la educación y de la comunicación. Un puente convergente que facilite el encuentro entre los intereses y necesidades de los agentes sociales, educativos y sanitarios, y los propios usuarios y practicantes de este ocio digital. La propuesta contiene el análisis de factor R-elacional , y el factor E-mocional como relevantes, así como la construcción de una narrativa pedagógica que denominamos inteRmetodología.
Estas narrativas digitales no estaban centradas en los resultados, sino en los procesos, como señala Carlos en otro grupo en su a-bocetando. Que enlaza con el “punto de partida” del grupo “Despertar de los sentidos digitales” cuando expresan como la expectativa de una “asignatura academicista, resulta ser caótica, novedosa, vibrante, constructiva…”
En esta secuencia inteRmetodológica un grupo mencionaba la polTRICa como elemento sustancial: ” “Alfabetizarse es poder desarrollar una voz propia, crear narrativas personales propias. Siguiendo el pensamiento freiriano, se procura una voz propia que cada ciudadano y ciudadana debe alzar de modo público y sin ningún complejo. Cada voz es un nodo de creación civil.”
Tras la conversación en el chat, llegó la #dialécticatwitter, después la reflexión y la creación del mapa mental que se convierte en inteRcreación.
La construcción de este discurso no rompe con el pasado, lo integra. La cultura impresa y analógica presente y afincada en el imaginario colectivo de muchos educadores, ofrece una formación humanística, que se considera significativa para tejer las conexiones entre el universo analógico y el digital.
Estas narrativas nacen y crecen en entornos abiertos, fluidos, permeables. En permanente cambio y construcción. La comunicación, ha sido apresada en la T de las TIC, debido a su corsé instrumental y tecnológico, y a sus intereses mercantilistas (empresas) y paternalista (instituciones). La información, comprimida en la T de las TIC, embalada en el ruido y la saturación informativa, dispondrán del Factor R-elacional y E-mocional, que sin ser diferentes, tampoco son lo mismo, pero conviven y se alimentan en un núcleo psicosocial que alberga tres dimensiones (cognitiva, emocional y social), en tres entornos (individual, social y ambiental). Lo relaciona como flujo creativo que conquista sus “emociones” y las interconecta.
Un factor R-elacional no exento de riesgos como han indicado algunos otros compañeros. Riesgos que afectan a la calidad informativa y comunicativa, a posibles trastornos en el comportamiento y los aprendizajes según la calidad de estas prácticas culturales digitales.
