La plasticidad del cerebro, la porosidad de la piel y los tiempos de complejidad e incertidumbre, son una oportunidad para el aprendizaje.
Desde que la BBC estableciera que las funciones de la televisión son informar, formar y entretener, los medios de comunicación de masas antes, y los social media ahora, han sufrido importantes cambios. Un informativo entretiene, un programa de entretenimiento puede informar, y todos forman y educan.
La RAE, admite tres acepciones para definir la hibridación: (1)Producción de seres híbridos. (2) Fusión de dos células de distinta estirpe para dar lugar a otra de características mixtas. (3)Asociación de dos moléculas con cierto grado de complementariedad. La primera contiene una creación, la segunda una combinación de diferentes naturalezas, la tercera una relación simbiótica.
El químico Linus Pauling desarrolló por primera vez la teoría de la hibridación con el fin de explicar la estructura de las moléculas como el metano. En Ciencias Sociales se emplea para hablar de mestizaje cultural, en el ámbito artístico se entiende como expresión fragmentaria, sin centro y en constante metaformosis, donde lo único se convierte en múltiple.
Una práctica artística que ejemplifica la hibridación es Vertigo@Home que pertenece a la serie Cinema@Home, realizada entre 2003 y 2007, recreación de «Vértigo»de Hitchcock, a través de herramientas de la Web 2.0, como Flickr, Amazon o Google Street View.
«Los líquidos, a diferencia de los sólidos, no conservan fácilmente su forma… están permanentemente dispuestos a cambiarla… lo que cuenta es el flujo del tiempo, más que el espacio que ocupan» (Bauman).
Con estas palabras describe el filósofo y sociólogo polaco Zygmunt Bauman el tránsito de la era moderna a la posmoderna. Una época, con una identidad múltiple, frágil y variable. En una cultura laberíntica, abierta, incierta, mutante. Una cultura compleja que conduce a las redes neuronales del cerebro,ese órgano que apenas pesa kilo y medio y cabe en nuestra mano. A pesar de todo, jamás tuvimos algo tan cercano, y al mismo tiempo tan desconocido.
La tecnología y la neurociencia han mantenido en esta última década un paralelismo sorprendente en sus avances y descubrimientos. Cerebro, red y complejidad son el incómodo habitáculo del aprendizaje. Dos autores como Damasio y Castells, como hemos indicado en este espacio, hibridan los campos de la neurociencia y la sociología, para alumbrar posibles escenarios pedagógicos.
Castells indica que la sociedad-red ha recogido la transición de las relaciones primarias (familia), secundarias (asociaciones), en otras terciarias, representadas en redes centradas en el yo. Individualización en red. El sujeto construye una red on/off desde sus intereses, afinidades, valores y objetivos. Si Damasio subraya el conjunto cerebro-cuerpo, Castells señala el sujeto-red/sociedad-red.
Si Damasio describe la bidireccionalidad entre neuronas-organismo, neuronas-exterior; Castells, habla de autocomunicación, redes horizontales, interactivas, multdireccionales. Una red de autocomunicación que trasciende espacio y tiempo (on/off), calles, plazas y ágoras virtuales; que produce contenidos, establece vínculos y también cambios sociales.
Así confeccionamos el dibujo neurosocial en el que el cerebro-cuerpo es sociedad-red; la red sináptica es autocomunicación; la homeostasis orgánica del neurocientífico son los movimientos sociales analizados por el sociólogo y su equipo.
Cerebro y red son dos analogías con escritura blanda, flexible, dinámica y abierta. La creación de la plataforma colaborativa TRICLAb aprende y crece en los procesos interactivos, desde una secuencia disruptiva, donde el Factor R-elacional genera un circuito en el entorno tecnológico, donde los flujos de información se filtran y debaten, se organizan y adaptan, se aplican a la construcción de otro modelo educativo y comunicativo.