TV-slow. Unos la llaman la tele que no pasa nada, otros la televisión lenta. Una cámara fija durante días delante de una chimenea, 18 horas seguidas de pesca de salmón, o la próxima migración de renos a lo largo de una semana son algunas producciones de la NRK noruega, que mueve masivas audiencias en nuestros vecinos del norte. Apenas ocurre nada, cámara estática, sin posproducción. ¿Una vuelta a los orígenes del cinematógrafo? ¿Moda, tendencia?
La “línea slow” en el escenario de la actualidad tiene diversidad de formatos, como la “slow fashion” Moves to Slow (MTS) slow fashion, como la moda que no tiene prisa. O la Slow sex que describe imprescindibles preliminares para retrasar la eyaculación. El escenario audiovisual produce esta innovación, desde Sakte-TV, televisión lenta en su traducción, nacida en 2009 en la Norsk Rikskringkasting (NRK), la radiotelevisión pública noruega. Pero el concepto de vida “slow” es muy anterior.
No cabe duda de que son propuestas arriesgadas en la sociedad de la prisa y el vértigo en la que todos vivimos. Donde el tiempo está marcado por el estigma de la “obsolescencia programada”. “Lo bueno es lo nuevo”, es el lema tácito que alimenta el ego de la tecnología y de los que la consumen.
Podcast locutado por Alba Lobera Vallejo
En Tecnología y educación en 7 paradojas, hemos descrito algunas de las paradojas que siempre tensan las relaciones entre la tecnología y la educación. Muchos de los que están leyendo estas líneas, @sonia @denis @raquel @dani @patricia y otros que formáis el abierto foro @TRICLab, sois parte del debate que sostenemos en las redes sobre la necesidad de definir, y sobre todo, experimentar el #humanismodigital. El Factor Relacional, en su doble dimensión, habilidades sociales, (colaborativas, procomunes) y sinápticas (cognitivas, en procesos de construcción desde la conexión y la asociación); y en su propia contradicción (riesgos y oportunidades).
Esta contradicción, sintoniza con la naturaleza humana, en si también contradictoria, que obliga a una reflexión, a las vivencias del silencio, a la exploración del diálogo, a las sensaciones de la meditación.
Cuando los tiempos cambian tan rápidos, y la capacidad de desaprender para aprender es más intensa, resulta difícil conseguir un cierto equilibrio entre el entorno permanentemente mutante y el propio interior, que lleva otros ritmos, otro “tempo” y otras necesidades.
Si lo slow es pensamiento crítico, creatividad gozosa, vivencia compartida que deja huella en el espíritu, bienvenido.