Decálogo para la educación mediática

 

 

¿Ha cambiado algo de la educación mediática en los últimos 20 años? ¿Hemos tocado fondo en la educomunicación? ¿Nos hemos convertido en clones inconscientes que repetimos los mismos eslóganes y mantras?

Si entendemos Facebook, Amazon, Twitter, Instagram, YouTube como medios, ¿ qué entendemos por competencias mediáticas y digitales? ¿Qué ha cambiado de lo que pensábamos, hacíamos y educábamos, cuando apretábamos la tiza en la pizarra y ahora que apretamos un clic en el dispositivo?

¿Puede el ocio digital cambiar la escuela? Si entendemos más la salud como promoción que como prevención, ¿de qué manera los escenarios de interacción en el entorno digital pueden ser más seguros y más saludables? ¿Y si entendemos el modelo y el discurso  TRIC desde otra comunicación para otra educación?

 

Terminó el III Congreso Educación Mediática #edumed17. Tres días de encuentro y reencuentro, reflexión y celebraciones. Estas preguntas han estado rondando por los pasillos y en algunos cafés entre los participantes.

Un congreso diferente a la mayoría, con un formato y una estructura horizontal, que permite revisar muchas certezas, y entrar en la compleja pero necesaria puerta de la incertidumbre.

Con modestia, cierto temor y mucha ilusión, hacemos una propuesta en la que las TRIC (Tecnología de la Relación, Información y Comunicación), explora la promoción de la salud como un rumbo (entre otros) para renovar la educomunicación.

Decálogo para la educomunicacion
Ilustración by Marta Gabelas Muruzábal

En forma de decálogo les contamos  las conclusiones (abiertas) a las que hemos llegado en estos tres días de diálogo, encuentros y reflexión.

1. La educación para la salud es una toma de decisiones para la vida. La educación en valores, la resolución de conflictos, en materia de desigualdad, convivencia, inclusión, son el norte que marcan el mapa de la educomunicación. Hay que saber acompañar en los procesos de vulnerabilidad a todas las personas.

En la sociedad actual todas las iniciativas de educación para la salud, de cualquier área, desde la educación sexual, la prevención de los consumos inadecuados de tabaco, alcohol y otras drogas, la alimentación y actividad física, la crianza saludable, los cuidados de las personas con enfermedad crónica, tienen que incorporar un componente ligado a la lectura crítica de la realidad digital.

2. El desarrollo de la competencia digital, es una de las ocho competencias básicas definidas por nuestro sistema educativo,  que mejora en cuanto aumenta la  capacidad de analizar y comprender nuestro entorno, nuestra capacidad de gestionar la salud.

Es urgente promover un espacio positivo especialmente en la infancia y adolescencia. Internet ya no es solo un lugar para el acceso a la información, sino que es un espacio de socialización, donde se producen experiencias personales y sociales, y por tanto es un escenario para la promoción de la salud en el que crear entornos saludables.

3. Con sus ventajas y sus riesgos, la Red es un agente de socialización, así como un nuevo entorno educativo y de valores. Cada usuario debe navegar por ella con un código de conducta donde las buenas maneras, la educación, los protocolos y el sentido común imperen siempre.

El respeto a uno mismo y al resto de la comunidad on-line es la máxima para convivir en la Web Social. Este respeto lleva al diálogo y a la cultura de la conversación, uno de los pilares de la 2.0. Es decir Factor Relacional que cristaliza en cibeRconvivencia.

4. Diferentes proyectos presentados en el eje 6  demuestran que la integración de la competencia digital en las iniciativas de educación para la salud en el ámbito educativo, conducen a una potenciación mutua. La educación para la salud desarrolla los valores, las actitudes y una mentalidad crítica frente a los posibles riesgos, miedos y ruidos.

La alfabetización digital permite analizar los mensajes, los canales de información y la intencionalidad de las fuentes, fundamental para interpretar las percepciones y modelos culturales que influyen en la salud.

La competencia digital no se centra en los aspectos tecnológicos,  debe analizar críticamente las fuentes de información y los contextos de uso, mejorar la comunicación y el trabajo colaborativo, y potenciar la creatividad.

5. La finalidad es educar la mirada de los jóvenes frente al consumo masivo de imágenes en las diferentes pantallas —smartphones, tablets, ordenadores,, etc— y desarrollar un comportamiento proactivo hacia los aspectos que promueven el bienestar y la salud personal y colectiva, todo ello englobado en el concepto de ciudadanía digital.

El entorno digital no es solo un espacio de riesgos y problemas como habitualmente es contemplado, se puede convertir en un activo para la salud, desarrollando habilidades personales, facilitando la interacción y las relaciones y promoviendo la participación social.

Más allá de los nativos y los inmigrantes digitales. La actitud es lo primero

La brecha etaria no es un factor determinante en la denominada brecha digital. La edad no influye en las competencias digitales. Cuanto mayor conocimiento de competencias matemáticas y lingüísticas, los mayores tienen más predisposición a adaptarse a las nuevas tecnologías. Es importante aprovechar el potencial de los mayores, en vez de prejuzgar su “inmigración digital”.

La tecnología y su empoderamiento pueden cubrir determinadas carencias que provoca la soledad, la conexión con otros facilita su convivencia social, y el bienestar que procura sentirse acompañados.

Se constata la necesidad de generar espacios de interacción intergeneracional, donde las emociones vinculen diferentes edades. La motivación que ofrece en los mayores que entran en los cursos de aprendizaje digital y lo aplican en la comunicación y la relación con sus nietos, potencia su autoestima.

6. Lo que hemos denominado Factor R-elacional agrupa y contiene muchos aspectos de las habilidades sociales que permiten al individuo un estado de bienestar en y con los demás. Si las habilidades sociales proceden del ámbito de la psicopedagogía, las habilidades para la vida, surgen del ámbito de la salud.

Este factor R-elacional despliega una doble dimensión. La relacional, que contiene el potencial de las habilidades psicosociales y la dimensión sináptica, que recoge el modelo cerebral como modus operandi de los procesos de aprendizaje.

El cerebro que cabe en la palma de nuestra mano, que apenas pesa kilo y medio, que tiene un billón de neuronas y más de un trillón de conexiones es todavía un enigma para la ciencia, aunque tenemos algunas certezas. Las neuronas son sensibles a lo que ocurre a su alrededor, son excitables y disponen de prolongaciones fibrosas (axones) que les permiten enviar señales, tanto al cuerpo como al exterior. Estas neuronas se organizan en circuitos. El cerebro reside, se comunica con el cuerpo, las neuronas generan y mantienen constantes conexiones y redes. Por eso hablamos de horizonte neurosocial.

7. ¿Cómo es el proceso de transferencia científica en los hospitales? Proponemos un sello de acreditación de calidad sobre eficiencia de los hospitales por parte de las instituciones públicas.

Recogimos una experiencia sobre la preparación de los tecnólogos médicos en Chile. Los alumnos manifestaban que sentían inseguridad a la hora de manejar los programas informáticos relacionados con el genoma humano. Atendiendo a sus demandas, se les preparó para saberlos manejar.

Observamos que la mediación discente es una dinamo para darnos cuenta de las necesidades que son reveladoras. Desde un planteamiento inclusivo, facilitando el acceso a la formación de personas que habían sido rechazadas en un proceso previo de selección.

8. Las radios universitarias son un importante semillero de comunicación y de ciudadanía. El bienestar emocional, presente en la estrategia de Promoción de la Salud, se desarrolla en esta comunidad potenciando la creatividad y el pensamiento crítico, tanto de quienes hacen radio como de sus oyentes.

La radio ayuda a informar, crear sentido de pertenencia, y desarrolla el empoderamiento de los diferentes miembros de la Universidad. El acompañamiento en los procesos de aprendizaje es el resultado de la motivación, la confianza y el autoconocimiento y la corresponsabilidad.

  1. La existencia de personas con capacidades diferentes ofrece la oportunidad de comprender un mundo diverso con inteligencias múltiples. Hay que saber atender, oír y escuchar a personas con miradas diferentes y voces múltiples. Esto supone un enriquecimiento compartido, debemos impulsar la empatía, la sensibilidad, penetrar en la diferencia.

Hemos recogido diferentes circunstancias excepcionales, el acompañamiento de la enfermedad a personas con enfermedades terminales, la búsqueda de recuerdos para enfermos de alzheimer, el respeto de los espacios hacia aquellos que tienen autismo o aspeger. En definitiva, nos tenemos que poner en el lugar del otro. No somos el centro, ni seres aislados, debemos actuar como nodos que generamos relaciones positivas.

En esencia

  1. Hemos llegado al concepto integral de la salud. El ser humano es entendido como ser biológico, psicológico y social.

Como propuesta, proponemos incluir en la próxima edición del congreso ejercicios  y dinámica que favorezcan el bienestar personal y social, a través de prácticas de relajación, de meditación, de pensamiento en positivo,  que ayudan a manifestar energía positiva y a proyectarlas entre todos.

Es una conexión contigo mismo y con los demás, las redes neuronales se despliegan, y ayudan a escucharnos a nosotros, para estar en conexión con el mundo. EN nuestro caso, con el compromiso de trabajo con la relación en red para la educomunicación, es decir, Factor Relacional en sentido holístico.

José Antonio Gabelas, Carmen Marta y Carlos Gurpegui

 

José Antonio Gabelas
José Antonio Gabelas-Barroso. Profesor titular de la Universidad de Zaragoza. Creador del Factor Relacional y las TRIC (Tecnologías de la Relación, Información y Comunicación).

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