De la comunicación oral a la virtual: los sentidos como oxígeno comunicativo

Retomamos la dinámica creativa de este espacio con una experiencia realizada este verano. Observaréis que es un testimonio polifónico, pues lo vamos a contar  entre el animador de  la dinámica, y una de las participantes, Elisa Hergueta. Agradecemos desde aquí a otros dos compañeros del curso y del Máster,  Raúl  y Javier por las fotos y la grabación  que hicieron y que aprovechamos.

Este verano, la UNED, organizó por segunda vez un curso de Redes sociales y aprendizajes, para analizar y experimentar con las potencialidades educativas y comunicativas de las redes sociales. Una de las primeras  sesiones la dedicamos a explorar las posibilidades de interacción de la virtualidad. Construimos un escenario psicosocial en el que los participantes experimentaron la relevancia de los sentidos en la comunicación, así como sus presencias, mutaciones y ausencias en las interacciones virtuales mediadas por la tecnología. 

El diseño y construcción de este “escenario simulado” se ubicó en otro contexto, un autobús dotado de múltiples ordenadores conectados a la red, situado en una de las plazas del pueblo El Barco de Avila. En un “cinturón” de pantallas conectadas entre sí y a la red que rodearon a los participantes, un espacio físico central interior en el centro del autobús… Todos estos espacios físicos y presenciales, simulados y virtuales, generaron una dinámica que nos gustaría explicaros.

Surfeando por twitter me encontré esto de Cristóbal Suarez,  que alude a un relato de Julio Cortázar y que describe el modo de entristecer, estructurar, planificar, curriculear… la educación. El objetivo de estas dos horas, fue justamente lo contrario.

“Redescubrir el valor de lo no estructurado en la formación como un evento abierto, menos directivo, y autogestionado por sus miembros añade al aprendizaje la oportunidad de ir desde nuestra experiencia a la de los otros, y viceversa; esto es, de forma más significativa, porque lo buscamos, porque lo construimos. Para entender cómo aprendemos es necesario conocer, además, cómo nos organizamos y cómo dinamizamos nuestras redes sociales en Internet.” (Cristóbal Suarez)

Comenzamos con un juego de rol en el que un grupo asignado (cuatro personas) accionan la dinámica. Cuatro de los participantes están con los ojos vendados, durante los cinco minutos que dura el primer debate, que abro con la siguiente cuestión: ¿Son las redes sociales algo más que una moda o una tendencia?

Conversan con los ojos vendados. El resto del grupo, se ha repartido por grupos reducidos de tres o cuatro y disponen de ordenadores y conexión. Cada grupo se ha abierto un microespacio en la red , donde compartir con los otros sus comentarios en el timeline mientras esas opiniones se van cruzando con las de los participantes en la conversación. En una segunda tanda de cinco minutos, esta vez sin venda en los ojos, los mismos participantes comienzan su segundo debate, en torno a una segunda cuestión: ¿Faceboock o Twitter? Como en la vez anterior el resto de compañeros participa con sus anotaciones.

Queremos precisar que la intención de la dinámica no era centrarnos en las redes sociales, las modas o las verdaderas preferencias de los parcitipantes en cuanto a qué red social usar, lo que interesaba era que los participantes se planteasen cómo invervienen los diferentes sentidos en el diálogo para poder reflexionar sobre la forma en la que los estímulos presenciales y virtuales condicionan la interacción y la comunicación.

Transcurridos estos dos microdebates, nos reunimos todos para contrastar nuestras observaciones, reflexiones y experiencias. Uno de los participantes Javier, tuvo la amabilidad de grabar esta sesión dialógica y compatirlo con todos, como veremos a continuación.

Los participantes observadores comentaron las diferencias entre la primera dinámica (debate con los ojos vendados) y la segunda. Los participantes que habían  experimentado la venda en los ojos también manifestaron sus sensaciones. Se constató como la carencia de un sentido (vista) condiciona la comunicación verbal y no verbal, como reduce la asertividad de los comunicantes, como priva a éstos de la confirmación y aprobación de que son escuchados y de que son admitidas sus opiniones… La falta de percepción visual les llevó a comunicarse de manera incompleta y a evitar los registros no verbales, por ejemplo gestualidad, expresiones faciales, mímica, etc. Los usos comunicativos del espacio, los movimientos, los elementos paralingüísticos quedaron relegados al olvido. Esta simulación nos condujo a una reflexión sobre lo que ocurre en la virtualidad, cuando nos comunicamos con otros, y nos sentimos, pero carecemos de la presencialidad y el potencial de varios de nuestros sentidos. Podéis observar todos estos matices en la grabación.

http://youtu.be/7-s6nTaoHXs

Aspectos que nos parecieron destacables:

1. Disponemos de una simulación presencial con y sin imágenes por parte de los intervinientes.
2. Disponemos de un grupo de “observadores” que se convierten en participantes desde el comentario y la construcción de una narrativa.
3. Disponemos de un entorno digital que puede enriquecer nuestra propia experiencia docente, comunicativa y creativa.
4. Disponemos de un entorno presencial que integra lo virtual y nos permite una reflexión sobre lo experimentado.

Se les propone que cada grupo elabore una secuencia visual  que responda a la pregunta ¿Qué significa para vosotros la comunicación total? Para ello se han colocado en el centro las fotografías. Los participantes eligen una o dos fotos, que luego contrastan con el resto de compañeros y elaboran una respuesta ordenando las fotos escogidas en una secuencia, que posteriormente explican al resto del grupo. 

Con esta dinámica pretendemos recoger los aspectos más relevantes del proceso comunicativo experimentado. En las secuencias elaborados aparecen las potencialidades y las carencias de lo virtual y lo presencial, así como sus hibridaciones expresivas y comunicativas. Y aparecen cuestiones en torno a estos temas:

1. ¿Qué aporta, reduce, enriquece, distorsiona la imagen (propia, ajena y mediada)  al resto de la percepción, y en consecuencia a la comunicación?
2. ¿Cuál es su relevancia en el entorno digital?
3. ¿Qué aporta, reduce, enriquece, distorsiona lo presencial al resto de la percepción, y por tanto a la comunicación?
4. ¿Cuál es el grado y nivel de interacción que permiten las redes sociales?
5. ¿De qué modo el escenario y el componente lúdico permiten explorar, compartir, aprender?
6. La virtualidad en general, con o sin mediación tecnológica, y las redes sociales en particular ¿exploran la dinámica lúdica en la interacción, juego de roles, identidades…?
7. ¿Qué retos propone la hibridación educativa entre lo presencial y lo virtual con el denominado blended-learning o b-learning?

¿Se puede educar con vendas en los ojos? Os proponemos esta dinámica-metáfora como reflexión.

José Antonio Gabelas y Elisa Hergueta

Imagen inicial: ”Blindfold” de auspices con licencia CC BY 2.0

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José Antonio Gabelas
José Antonio Gabelas
José Antonio Gabelas-Barroso. Profesor titular de la Universidad de Zaragoza. Creador del Factor Relacional y las TRIC (Tecnologías de la Relación, Información y Comunicación).

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6 COMENTARIOS

  1. Es bueno ver este vídeo de nuevo :-), y recordar esta interesante dinámica propuesta por José Antonio.

    Al ver este vídeo he sacado tres cosas principales:
    – Se respiraba en el ambiente Factor R a raudales
    – Dinámica que nos tiene que plantear muchas preguntas que tiene que desembocar en actuaciones para llevarlas a las aulas
    – A todos los asistentes a este curso se les vio con muchas ganas de aprender, y creo que eso es lo importante para todos los docentes que quieren hacer “otra manera” de educación

    Un saludo a todos

    • Gracias Juanjo por tus sensaciones y tus palabras. Parece que lo “experimentado” cuando se vuelve a “ver” se reactiva de nuevo.

  2. Interesante experimento José Antonio, me quedo con la conclusión/reflexión final de la actividad. Me refiero cuando sugieres (al final del vídeo) que “no sólo debemos prestar atención a los contenidos, también a las dinámicas / capacidades que tengamos para generar interacción”.
    En mi opinión tanto la primera intervención, como la segunda tiene sus ventajas e inconvenientes. Y el hecho de poder “tomar” ejemplo en este experimento ayuda mucho a reflexionar. En mi opinión el “silencio”, en un primer caso, también transmite, como por ejemplo “miedo” (no podían ver, peor sí el resto les podían observar); “tranquilidad” (había más gente en la misma situación, en total 4, nada podía pasar). Mientras que en el segundo caso, podían “interactuar”, gracias a la comunicación no verbal…
    Pero más allá de esta mera observación, muchas veces en los entornos virtuales, como hemos visto, se genera una “infoxicación” (demasiada infomación), en otros casos un “remix” (información sumativa, sin un hilo conductor), lo que lleva a un desaprender. Y de lo que se trata es de “re-aprender”.
    Pongo un caso, como ejemplo, siguiendo la sugerencia de crear “dinámicas”. En Trabajo Social, hay una asignatura que está orientada a grupos, familias, pero en cómo poderles ayudar en los nuevos entornos virtuales. Y precisamente aquí es donde sugieren dinámicas. Es decir, especie de grupos de “autoayuda” en donde los propios participantes, pese a la situación geográfica, compartan situaciones similares (dependencia, enfermedad, etc.), y en donde no tengan ningún miedo a expresarse; o bien, grupos en donde haya un mediador como especie de guía.
    Con todo ello (no quiero extenderme más) quiero dejar claro que la clave de todo está en cómo los mediadores/educadores empleamos las nuevas tecnologías, los entornos digitales para incentivar el conocimiento (e-learning). Lo que está claro que conocimientos, se entiende que todos tenemos, sin embargo la metodología aún está por desarrollarse. Y qué mejor forma que proponer métodos a través de las experiencias, de los sentidos…
    Gracias por vuestras aportaciones.

    • Cristina, disculpa la enorme tardanza en contestarte, se me pasó tu mensaje. Como dices, cuando se trabaja en entornos muy sociales, tanto por el perfil de trabajo como por el contexto, los sentidos adquieren especial relevancia, y la pérdida de los mismos nos pueden ayudar a revisar nuestra “empatía”.

  3. Muchas gracias, Cristina por tu comentario. Has tocado un punto vital, los mediadores. Haces algunas descripciones en el ámbito de la intervención sociocultural que pueden ser perfectamente extrapolables al entorno digital. Un enorme reto: ¿cómo conseguir una mediación virtual comunicativa y empática que adapte la dimensión sensorial al nuevo entorno y potencia el factor R-elacional?.

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