Pantalla capturada por Carlos Gurpegui, del programa Buenos días, Aragón. Minuto 56 Nuevas Tecnologías, otras relaciones.
Conectamos con el anterior post y respondemos que algunos de los tópicos y estereotipos que entorpecen la convivencia y la educación en el entorno tecnológico y mediático son los conceptos de nativos e inmigrantes digitales, el discurso de las TIC y la propia representación de los jóvenes que ofrecen continuamente los medios, y calan en el imaginario colectivo social.
Aquí disponéis de enlaces a los diferentes tópicos y estereotipos: jóvenes, TIC, nativos e inmigrantes digitales.
Hemos querido tomar dos investigaciones. La primera, iniciada en el año 2007 y presentada como tesis doctoral en Madrid, en 2010. En la que se exploró mediante entrevistas en profundidad, una muestra representativa de adolescentes que habían participado en el programa Cine y Salud, con la creación de cortometrajes. La observación de este proceso de trabajo creativo nos condujo a una serie de reflexiones en torno a cómo sus competencias cognitivas, emocionales y sociales se potencian. Disponéis del estudio completo.
La realización de un cortometraje ofrece la vivencia del grupo en una doble y vinculante dimensión: social y lúdica. Queremos recoger algunas frases textuales de algunos participantes en este programa:
El rasgo de que “todos” puedan participar y “nadie” se quede fuera, es uno de los indicadores que más enfatizan.
La experiencia de hacer un cortometraje somete a los jóvenes a múltiples situaciones de conflicto –no queremos connotar este concepto de modo negativo o destructivo, sino como oportunidad para crecer de modo individual y de modo colectivo-, que permite a los jóvenes desarrollar determinadas habilidades sociales.
Parodiando analizan y recrean, se apropian de otros significados que difieren del original o modelo parodiado. Un cortometraje es una excelente ocasión para promover la parodia, y por tanto, fomentar el pensamiento crítico y creativo.
Cinco años después estamos redactando los resultados de la investigación “El uso de las TIC y la Brecha Digital entre adultos y adolescentes. Encuentros y (Des)encuentros en la escuela y en el hogar”, en el que exploramos también estos procesos cognitivos, sociales y emocionales de los adolescentes en sus diferentes prácticas digitales. Disponéis de las conclusiones provisionales.
Algunas frases que destacamos de los grupos de discusión entre de esta investigación coinciden con la anterior:
A mediados del año pasado, y en el seno del Máster de Redes Sociales de la UNED, hicimos la propuesta del Factor R-elacional, como concepto que obliga a una revisión, y una alternativa al discurso TIC. Y lo escribimos en difentes artículos, como “Las Tic en el retrovisor” y “Por qué de las TRIC y no las TIC “. Comprobamos que uno de los puntos de convergencia entre las dos investigaciones (la primera realizada en Aragón, la segunda efectuada en España), destacan la importancia del este entorno relacional. Como ponen de manifiesto los siguientes destacados.
Este factor relacional admite una doble dimensión. La competencial, basada en la capacidad de crear y mantener vínculos sociales, que apoyen la identidad, la sexualidad y la intimidad, el mirar y ser mirado. Una dimensión llena de oportunidades. Y una segunda, la R de riesgos. Dimensión relacional y dimensión riesgo son dos ventanas de la misma casa. Pero si ese edificio está construido con los cimientos de la visión positiva de la salud, que no subraya el aspecto preventivo, sino el de promoción de mis afectos, mis lazos y vínculos sociales, mis conocimientos sobre mí mismo, los demás y mi entorno, entonces las diferentes prácticas culturales y digitales son y serán el escenario para aprender y convivir.
En el próximo post veremos como este FactorR-elacional se apoya en sólidos pilares de la distintas disciplinas como la filosofía, sociología, psicopedagogía y la comunicación.
Imagen: Muros ojo al ojo Por Agrofilms
Licencia: CC BY-NC-SA 2.0
