Hace un tiempo hablé de los Mitos de las TIC, y otros colegas también lo han subrayado en diferentes lugares. También hemos argumentado largamente de la superación de este discurso-TIC, con la incorporación del factor R, que ha motivado diferentes espacios y prácticas educomunicativas (#comunTRIC). Pero cuando se habla de “medios sociales” aletea con mucha fuerza otro mito, el de la participación. Desde las posición de Jenkins cuando habla de cinco grados, aplicando a los fans algunas teorías del francés Certeau y su sugerente metáfora de la “caza furtiva“, hasta lo que nos pretende vender la industria, véase el último informe de ADESE.
Este es el proceso que describe Jenkins para crear una comunidad-fan. 1 – Se ve el programa con otros; 2 – Reinterpretan, critican, elaboran algo mejor; 3 – Promueven cambios; 4 – Crean canciones y se estimula la expresión propia; 5 – Se crea una comunidad con otros grupos.
Martín-Barbero propone que el eje del debate debe desplazarse de los medios a las mediaciones. La mediación ha sido conceptualizada por él como aquella instancia cultural desde la cual los significados y sentidos son producidos y apropiados por la audiencia. Las mediaciones son “ese lugar desde donde es posible comprender la interacción entre el espacio de la producción y el de la recepción”.
¿Qué está cambiando y qué permanece en las interacciones entre audiencias y pantallas?¿Bajo qué condiciones entramos en una cultura de interlocución diferente? se pregunta Orozco. Ni eran tan pasivas como se decía en las décadas anteriores (mass media), ni son tan activas (self media) como nos dicen ahora.
Expone en el escaparate tecnológico que la movilidad, ubicuidad, inmediatez, conectividad, están al alcance de la mano de cualquiera, pero la brecha digital en la conectividad existe: acceso instrumental, en América Latina no llega al 40%, aunque en España se eleve al 64,2%. Como indica el estudio de Orozco. De los que se conectan sólo pequeños sectores se identifican como interlocutores activos.
Este autor diferencia entre estar como audiencia y ser audiencia. ¿Dónde terminan los consumos y dónde empiezan la producción comunicante? Ha cambiado y cambia el proceso de recepción que es la ubicuidad de las audiencias: puede ser diferida, online, colectiva, descentralizada, personalizada, múltiple.
Los estudios de Pew Internet and American Life (2005), Fundación Telefónica y Ariel (2008) y el Manifesto for Media Education (2011), indican que no todo es participación, sino reacción o mera conectividad. Que sólo porcentajes muy inferiores al del número total de los conectados, son los que realmente participan.
¿Hasta dónde llegan las denominadas audiencias activas? ¿Cuáles son los grados de participación que indican y contextualizan esta actividad?
[…] de las teorías de las audiencias activas que más resonancia ha tenido en nuestro análisis es la de las mediaciones sociales. El espectador o usuario puede desarrollar un mayor grado de recepción crítica, tanto en el […]