En el escenario de la producción digital resulta muy difícil hablar de audiencias sin hablar de memes. Los memes son patrones contagiosos de información cultural que pasan de mente en mente, configuran y difunden acciones y mentalidades que son clave en un grupo social. Estas referencias y modelos tienen una estrecha relación con el mundo de la parodia y la creación, ya comentados aquí. Y también con las llamadas neuronas espejo.
En las redes sociales, los llamados “espacios de afinidad” (Gee, 2005), tocan de lleno nuestro asunto. El remix, las referencias cruzadas (intertextualidad) describen un “quehacer popular” con frecuencia muy criticado por ciertos sectores intelectuales. Es un término funcional y fonéticamente análogo a la unidad genética de la evolución biológica conocida en inglés con el término “gene” (gen), y ha sido definido como “unidad de imitación” (R. Dawkins, el inventor del término).
Quizá el meme más conocido sea el Star Wars Kid (2003). Un gigante escolar canadiense de 15 años, disponía de un vídeo en el que mostraba un torpe combate con sable de luz, inspirado en la Guerra de las Galaxias. Sus amigos lo subieron a Kazaa y fue visto por millones de usuarios. Hoy se ha convertido en el paradigma de la cultura popular y se multiplica por las series de dibujos animados y videojuegos. Otro ejemplo que ha corrido mucho por la red es Tourist of Death.
El meme comenzó a partir de una foto de una persona real en la terraza del World Trade Center, después se retocó la imagen, se añadió un avión y se subió a Internet con una historia falsa. Hoy las mutaciones más recientes (y que podéis consultar enla Redy proponerlas al foro) incluyen todo tipo de roles incongruentes como reportero deportivo, personaje de videojuego, etc.
También en el ámbito docente tenemos experiencias.
